En 1989-1990, MIchèle Plamondon, RÉjeanne Lirette y PIerrette Martel concibieron la idea de un refugio durante un curso de sociología. Aunque al principio se trata sólo de un proyecto, Réjeanne y Pierrette, impulsadas por la pasión de ayudar, trabajan incansablemente para llevarlo a cabo. Los servicios comenzaron en 1990 y en septiembre de 1991 abrió sus puertas la primera casa. Desde entonces, el albergue Mirépi, ahora en su tercera sede, continúa ayudando a mujeres y niños víctimas de violencia, guiado por su misión y valores fundamentales.
Un breve resumen
Para saberlo todo
Mirépi ofrece intervención telefónica, las 24 horas del día, los 365 días del año para satisfacer las necesidades de mujeres, niños y todas las demás personas afectadas por los impactos de la violencia.
Se ofrecen servicios de intervención individual y grupal para apoyar tanto a mujeres como a niños durante su estadía.
Las mujeres con o sin hijos víctimas de violencia tienen acceso a alojamiento seguro y confidencial, así como a apoyo profesional ofrecido por expertos en violencia.
Se ofrece seguimiento individual tras la estancia con el fin de perseguir los objetivos iniciados.
También se ofrece seguimiento individual a mujeres y niños desamparados que sufren violencia.
Mirépi acompaña a mujeres y niños en sus distintos trámites durante su estancia o durante el seguimiento externo o posterior al alojamiento.
Se ofrece alojamiento seguro y confidencial a mediano y/o largo plazo a mujeres y niños víctimas de violencia que han recibido servicios y desean continuar su recuperación del poder.
Con experiencia en violencia doméstica, el refugio Mirépi ofrece información y referencias.
Mirépi ofrece formación, sensibilización y conferencias para concienciar al público de todas las edades sobre el problema de la violencia doméstica. Además, ofrecemos soporte y desarrollo a los profesionales.